lunes, 31 de mayo de 2010

USO DE NEUMATICOS



Examina frecuentemente las estrías de los neumáticos y cámbialos si su profundidad es inferior a 2 mm... Si lo haces así, no olvides que durante los primeros 160 km. que recorras con los nuevos neumáticos no es aconsejable superar una velocidad de 80 Km/hora. Y cada 3 meses o cada 5.000 km. hazlos examinar por un especialista.

El caucho sintético de que están compuestos los neumáticos soporta mal el contacto con las grasas, y una mancha de aceite en el suelo del garaje, sobre la que la rueda se posa a diario, puede acabar a la larga por dejarlo inútil. Trata, pues, de eliminar cualquier resto de grasa del lugar en que aparques tu coche.

Llevar los neumáticos a presión inadecuada no sólo acorta su vida, sino que aumenta considerablemente el factor riesgo. Una presión baja, por ejemplo, desarrolla en el vehículo la tendencia a salirse en las curvas. Por otra parte, el golpeteo constante puede estropear los neumáticos o incluso ser causa de que revienten. Por tanto, es aconsejable revisar la presión cada dos semanas, en frío. En caliente, la presión se eleva de forma natural entre 0,3 y 0,5 bar. El folleto de instrucciones de uso del vehículo contiene indicaciones precisas sobre la presión adecuada. Si viajas frecuentemente por autopista o sueles ir muy cargada, adopta los valores de "pleno rendimiento", valores que no hace falta que varíes cuando viajes más ligera.

Si tienes que cambiar algún neumático, que sea por otro del mismo tipo y, mejor aún, si es de la misma marca y número de referencia que su compañero de eje. Los que estén en mejor estado deben montarse atrás, ya que si el coche derrapa por delante siempre es más fácil de controlar que si lo hace por detrás.

Los neumáticos más anchos de lo corriente le conferirán al coche un superior atractivo estético, sin duda, pero lo que no harán es mejorar en nada su seguridad, ya que tanto en carreteras mojadas como heladas su comportamiento no difiere en absoluto del que tendría un neumático normal. Por otra parte, no sólo resultan más caros de compra, sino que deben cambiarse con mayor frecuencia que los otros.

Siempre se recuerda que la profundidad mínima que debe tener la escultura de un neumático es de 1,6 mm. Se han efectuado pruebas con dos vehículos de igual potencia, equipados uno con neumáticos cuyas esculturas medían 1,6 mm. de profundidad, y otro que medían un milímetro solamente. A 50 km/h, sobre terreno mojado, la distancia de frenado del segundo ha resultado superior a la del primero en un 30%. Y sobre firme seco, en una curva de 65 m. de radio, el segundo ha perdido agarre más rápidamente que el otro. De todos modos, la profundidad adecuada de las esculturas para un máximo de adherencia es de 2,5 mm.

El estado del dibujo de los neumáticos proporciona una valiosa información. El desgaste excesivo de la parte central indica que el neumático está demasiado hinchado. Un desgaste excesivo de los costados indica que no lo está lo suficiente.

Cuando se tiene dos juegos de neumáticos, uno para verano y otro para invierno, es aconsejable guardar los que no se utilizan en un garage o sótano, ya que la goma se estropea con mayor rapidez por efecto de la luz, el calor y sobre todo el sol. Pero deben guardarse también alejados de todo contacto con hidrocarburos, en especial, aceites, grasas y gasolina. Por consiguiente, lo más prudente será no tenerlos directamente en el suelo.


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